"Las otras islas"
Esta antología de cuentos de
escritores argentinos tiene la particularidad de evocar, a través de estas
ficciones, el entorno social, familiar, personal, durante y posterior a la
guerra de Malvinas.
Edgardo Esteban en el prólogo
considera:” Malvinas es parte de nuestras contradicciones porque simboliza un
justo reclamo de soberanía y, al mismo tiempo, una guerra absurda, impulsada
por una dictadura militar en decadencia que utilizó ese legítimo reclamo, pero,
le dio un nuevo y controversial significado a la “causa Malvinas”. Lo que no
nos puede pasar es olvidar. Una sociedad jamás será justa si no tiene
memoria…”.
Marcelo Birmajer en La
penitencia escribe: “Recuerdo con precisión a cada uno de
los chicos de mi colegio, fueran del
curso que fuesen, tenían un hermano en Malvinas” y relata la historia de
Rafael, con su hermano en las islas, las vivencias familiares. “Estuve junto a
padres que miraban la televisión esperando enterarse del destino de sus hijos,
que seguía en los diarios la suerte de nuestros hermanos en una tierra que
parecía situarse en otro planeta”.
Pablo De Santis relata las vivencias
de un joven y su amigo que recibieron el llamado para el servicio militar, las experiencias en él, los
cursos de voluntariado y el inicio de la guerra
con la Clase 63.
Juan Forn en Memorándum
Almazán presenta la historia de un chileno ilegal en Mendoza
que había conocido a un ex combatiente
que regresó de Malvinas, y en su tormento le regaló su DNI y su puñal del
Ejército argentino. El extranjero intentó buscar trabajo haciéndose pasar por
el argentino, volvió a su país después de no obtenerlo y fingiéndose mudo, se
dirigió-como falso ex combatiente- a la embajada de Argentina en Chile, donde
Aranguren era el ministro consejero del embajador para pedir prestado ropa y
calzado adecuado para un aceptar un trabajo de dactilógrafo en un estudio
jurídico, dejándole a éste como garantía un puñal; ingresando fácilmente a la
embajada hasta que, accidentalmente, se
descubrió el engaño que costó el puesto del ministro.
Inés Garland, con maestría escribe en Las otras islas,“Los gobernantes de allá y de acá,
los que tomaron las decisiones, están en los libros de Historia. Yagu y Tatú,
no. De ellos, si no hablo yo, no habla nadie”. También lo hacen Pablo Ramos en El
alimento del futuro ,
Eduardo Sacheri en Me van a tener que disculpar, Patricia Suárez con La
guerra de Malvinas
, Liliana Bodoc en EL
puente con arena y
Esteban Valentino en No dejes que una bomba dañe el clavel de la
bandeja, permitiendo sumergirnos desde la literatura en historias
anónimas con una temática común que
forma parte de nuestro pasado reciente y de nuestro debate constante.
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"LOS DE ABAJO"
Autor: Mariano Azuela
"(...)Usted se ha levantado contra el caciquismo que asola toda la nación. Somos elementos de un gran movimiento social que tiene que concluir por el engrandecimiento de nuestra patria. Somos instrumentos para la reivindicación de los sagrados derechos del pueblo. No peleamos por derrocar a un asesino miserable, sino contra la tiranía misma. Eso es lo que se llama LUCHAR POR LOS PRINCIPIOS, TENER IDEALES. Por ellos luchan Villa, Natera, Carranza... por ellos estamos luchando nosotros..."
Demetrio Macías, guerrillero que luchó con unos pocos por LOS DE ABAJO y contra las injusticias cometidas por "los de arriba", dio su vida por esto en el cañón de Juchipila.
"(...) Juchipila, cuna de la Revolución de 1910, tierra bendita, tierra regada con sangre de mártires, con sangre de soñadores...de los únicos buenos...".
Obra breve, de ritmo intenso, que recrea el paisaje mejicano e ilustra a personajes populares, costumbres, ideologías, presentando pintorescos regionalismos que avivan los diálogos coloquiales.
Por: Florencia Aspiro
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QUE SOLOS SE QUEDAN LOS MUERTOS
Mempo Giardinelli, chaqueño, contemporáneo, nació en el 47, es licenciado en Derecho, periodista y escritor. Se exilió durante nueve años en Méjico, durante la dictadura militar, a fines de los 80 regresó al país. Actualmente se desempeña como escritor y es colaborador en Página 12.
QUE SOLOS SE QUEDAN LOS MUERTOS
Es una novela atrapante, dinámica, con lenguaje coloquial, que relata la historia de José, ex militante, que indignado, acaba de renunciar a su trabajo de periodista. Con los últimos ahorros en el bolsillo acude al llamado de una ex compañera de militancia, ex amor… Exilio, muerte, compañerismo, desesperación, desprotección, soledad gobiernan la historia de una argentina que huyó a Méjico durante la dictadura militar. El abrigo mejicano le brinda discriminación, desconfianza, desamparo, desprecio, un lugar en las crónicas criminales de los medios de comunicación, de la policía, emboscadas, abusos, marginación, soledad ; amor-pasión, la vida-la muerte, memoria-olvido, la muerte en vida, esa dicotomía que magistralmente entrelaza este autor en las reflexiones y sentimientos profundos, pintando las heridas nacionales en la piel de los personajes.
“Ahora habrá que salvarse… ¿qué significaba salvarse?...¿puede uno salvarse cuando se ha crecido en un mundo de mentiras y de imposturas?¿O no conocí a Carmen una noche de agosto del 72, cuando el país se dolía de los crímenes de Trelew, los mismos que hoy parecen de la prehistoria y son materia de olvido para la mayoría?...¿Cómo salvarme si yo también quedé marcado como parte de aquel proceso…cómo salvarnos si tuvimos treinta mil desaparecidos?¿Quién se salva, con ese lastre, con esa ancla?¿Quién es el hijo de puta que puede decir que se “salva” con semejante dolor en la piel del país?...¿O vamos también nosotros a inventarnos la felicidad del olvido, todos juntos y felices: asesinos y víctimas, torturadores y confundidos, canallas y buenos?...”
De esta manera, el autor, entrecruza hechos de la historia reciente argentina con la novelada.
Por: Florencia Aspiro
Por: Florencia Aspiro